miércoles, 27 de mayo de 2009
Un bosque perdido en la nada, fuera del estrés, la contaminación, donde todo sea relax y bienestar, donde al levantarte pueda escuchar el ruido del agua y no los coches pitar, donde puedas oler la tierra mojada, en una cabaña donde el fuego te caliente del frío, supongo que en algún lugar de Irlanda o Canadá, donde también me encantaría poder ver las cataratas del Niágara.
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